Con 73 años, el jefe del equipo Yamalube Folch Endurance, Josep Maria Folch, llega al Circuit de Barcelona-Catalunya con ilusión por encarar una nueva edición de las 24 Horas de Catalunya de Motociclismo. “Si la prueba no fuese en Catalunya, ya hace tiempo que no la haría”, admite de entrada Folch. El equipo, reconoce, no llega tan bien como otros años, pero el objetivo es evidente: volver a ganar y conseguir la 11ª victoria en la prueba. “Corremos para divertirnos, pero con el objetivo de ganar, cosa que cada año es más difícil”. La prueba sube el nivel y Català es un rival duro, que también mejora y pone cada año las cosas más difíciles. El adjetivo está más que usado, pero la de Català y Folch es una rivalidad histórica y que tendrá un nuevo episodio los días 7, 8 y 9 de julio en el Circuit de Barcelona-Catalunya.
La experiencia y la veteranía son un grado y el palmarés acompaña. Folch consiguió el año pasado la 10ª victoria en las 24 Horas, mientras que Català ha conseguido 6. Aun y así, Folch no las tiene todas. “No llego con la tranquilidad de otros años, hemos restructurado a casi todo el equipo; dos de los mejores mecánicos no pueden venir porque coincide con el Mundial de Superbikes y con la carrera en Valencia del FIM-CEV; costará, pero haremos lo que podamos”, destaca Folch, que, además, ha dedicado muchos esfuerzos este año en acabar un museo con las 20 motos del Campeonato de España y con algunas también de las 24 Horas de Catalunya de Motociclismo, cosa que le ha restado tiempo.
“Una moto de resistencia necesita muchas horas de preparación, y si no haces una cosa de todo bien, al cabo de 10 horas puede empezar a tener problemas”, detalla. La Yamaha R1M espera que no falle y que sea la mejor aliada para los cuatro pilotos, Tizón, Vallcaneras, Pinsach y Salom. “Vallcaneras y Tizón son dos pilotos con experiencia y que corren el Mundial, Salom espero que no se canse mucho, hace dos años que no había tocado una moto pero en las pruebas que hicimos fue muy bien, y Pinsach es joven y rápido”, explica Folch, que históricamente ha apostado mucho por los pilotos jóvenes. “He venido este año a ver el FIM-CEV al Circuit para ver jóvenes pilotos porque poco a poco siempre se debe ir renovando; no rinde igual un chico de 25 que uno de 40”.
De presión ninguna. Folch ha demostrado durante muchos años qué puede llegar a hacer. “En el Mundial sí que era una guerra, en Qatar o cuando íbamos a Bahréin; ahora, a pesar de que el nivel de las 24 Horas ha subido mucho, podemos considerar que Català es el máximo y único rival”.