Coincidiendo con la celebración del FORMULA 1 GRAN PREMIO DE ESPAÑA PIRELLI 2017 este fin de semana en el Circuit de Barcelona-Catalunya, el Servei Català de Trànsit y el Circuit han puesto en marcha una campaña de concienciación viaria en los exteriores de la instalación deportiva.
Con el lema “La carretera no es el Circuit”, esta acción de sensibilización pretende alertar de los riesgos de la velocidad excesiva y de la importancia de respetar los límites de velocidad en la red viaria, y se dirige al numeroso público que participa en los diversos eventos que tienen lugar en el Circuit (Campeonatos del Mundo, entrenamientos privados y colectivos y cursos de conducción, entre otros). La velocidad excesiva o inadecuada, además de ser una causa directa de siniestros, es un factor que empeora las consecuencias de lesiones de las víctimas.
Los carteles con la gráfica de la campaña de sensibilización se difunden a través de los apoyos de publicidad exteriores instalados en el Circuit.
La velocidad excesiva es una de las principales causas de accidentalidad y por este motivo, la campaña incide en que se tiene que practicar una conducción responsable respetando los límites de velocidad establecidos por la propia seguridad y la de los otros, y que la conducción deportiva o con velocidades elevadas sólo se puede hacer en instalaciones construidas y diseñadas específicamente por este uso.
El lanzamiento de esta campaña también coincide con la celebración IV Semana Mundial de las Naciones Unidas de Seguridad Viaria, que finalizará este domingo, 14 de mayo, y que en esta edición se ha centrado precisamente en la velocidad excesiva como factor de riesgo de la siniestralidad viaria.
A + velocidad= + riesgo de accidente y lesiones + graves
El exceso de velocidad tiene consecuencias trágicas en las carreteras y agrava las lesiones de las víctimas en caso de accidente. El incremento de la velocidad aumenta la violencia de los impactos en los siniestros viarios. Por ejemplo, una colisión a 50 km/h equivale a una caída desde 10 metros de altura, mientras que tener un accidente a 160 km/h multiplica por diez la fuerza del choque y por lo tanto sus consecuencias.
En las vías urbanas, la velocidad excesiva puede tener efectos de gravedad para la seguridad de los usuarios más vulnerables, sobre todo de los peatones y de los ciclistas. A una velocidad de 30 km/h, el riesgo de muerte de un peatón en caso de atropello se reduce a un 10% y a partir de 80 km/h las consecuencias son prácticamente siempre mortales.