El Circuit de Barcelona-Catalunya se prepara a consciencia cada vez que acoge el Gran Premio de España de F1. La ocasión lo requiere, y es por eso que habitualmente se viste con sus mejores galas para acoger la categoría reina del mundial. Además, en más de una ocasión ha recurrido al arte para llevar a cabo esa transformación y, en la 33ª edición, ha querido seguir esta línea.
Por este motivo, el Circuit de Barcelona-Catalunya ha recurrido a la artista urbana catalana Lily Brick para llevar a cabo un gran mural en el túnel de entrada al recinto deportivo, que refleja el dinamismo que siempre se da en el Circuit. Se representa un pelotón de ciclistas que invita a entrar, simbolizando el vínculo del territorio con la Volta a Catalunya y el ciclismo e iniciando un trayecto artístico basado en la velocidad.
El grupo se fragmenta para dar paso a unos elementos dinámicos rectangulares que aportan movimiento y dirección, en alusión al actual logotipo. Seguidamente se muestra un monoplaza de F1 representativo de la belleza de un trabajo perfecto de ingeniería, tecnología y diseño. Este elemento rompe otra vez y lleva a la característica forma a partir de la cual las motos toman las curvas del Circuit, algo casi propio de la danza. Un trayecto que finaliza en el triunfo.
La obra aspira a transmitir las emociones de victoria y la comunidad que se crea entorno a los Grandes Premios y competiciones, poniendo énfasis en el carácter épico que tiene para la sociedad. El Circuit es un espacio referencial en lo que a competiciones de motor se refiere y estas competiciones son herederas de otras que resultaron imprescindibles para la historia de la humanidad de la cultura clásica.
La gama cromática, además, se ha generado a partir del color rojo característico del Circuit, combinándolo con tonos más claros y oscuros. El mural está realizado con brocha y materiales plásticos sin disolventes, reduciendo así el impacto medioambiental. Se trata de una primera parte de mural de 325 m2 llevada a cabo en dos semanas, algo inédito para la artista.
Sobre Lily Brick
Mireia Serra, alter ego de Lily Brick (Lleida, 1990) estudió el Grado Superior de diseño gráfico en la Escuela de Arte Municipal Leandre Cristóbal de Lleida. A los 24 años, despertó su interés por el arte de calle. Anteriormente, su trabajo se había centrado en la cartelería, la expresión gráfica, la publicidad y el diseño de productos.
En junio de 2014 asistió como espectadora en un acontecimiento que se hacía al lado del río Segre de Lleida, donde le reservaron un espacio para expresarse y experimentar con la técnica del espray, que la cautivó por completo. Ocho años más tarde, el arte de calle se ha convertido en su oficio. Más de 400 obras en lugares muy diferentes del mundo llevan la firma de Lily. Entre sus piezas más destacables habría que mencionar los grandes murales hechos en Penelles, Juncosa, Granadella, Alcarràs, Barcelona, Ferrol, Málaga o Murcia, donde expuso al Museo de Arte Contemporáneo de Murcia (MUBAM), entre otros.
En el año 2017 inició la internacionalización de su obra haciendo proyectos en Francia, con su participación en el proyecto Hotel 128. Posteriormente, surgieron varios proyectos, entre los cuales destacan murales en Gambia, en la Agencia Espacial Europea en Holanda, en el evento Artscape Festival en Suecia, entre otros. De sus murales llama la atención su trabajo sobre mujeres con mirada fuerte e intensa. Desde su introducción en el mundo del street art, las principales técnicas que ha desarrollado han sido el espray, la pintura acrílica, pinceles y rodillos.