El trazado catalán es una instalación deportiva con más de 25 hectáreas de zonas verdes. Por este motivo, en el 2019 el Circuit inició un proyecto de mejora de la biodiversidad de su bosque con la colaboración de Social Forest, una empresa de gestión forestal sostenible orientada a la formación y a la inserción laboral de jóvenes en situación de exclusión social o al paro. Actualmente BOSCAT es la empresa que sigue el proyecto inicial con estudiantes de Formación Dual.
Con el objetivo de mejorar la biodiversidad se recrea un ecosistema autóctono, autónomo, más atractivo y ambientalmente responsable, y se añade valor educacional y lúdico gracias a los soportes descriptivos de las acciones en el mismo bosque.
La reforestación de los ecosistemas es esencial para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Naciones Unidas, y es por esta razón que la UNEP ha proclamado la reforestación como una prioridad mundial para la década 2021-2030.
Desde el inicio, este proyecto es fruto de una financiación circular generada por acciones sostenibles como es la recaudación obtenida durante la temporada anterior con la venta de los vasos reutilizables del Circuit.
2019. Bosque del Cráter
Este es el primer espacio de actuación, situado entre la Escuela Racc y el Mirador e inaugurado por el embajador de Medio Ambiente de la FIM, Marc Márquez. Durante el acto también se presentó un hotel de insectos.
Las otras acciones más destacables que se llevaron a cabo durante la primera fase fueron:
- Realización de un inventario del estado de salud de los árboles del Circuit
- Poda de pinos
- Tala de pies de eucaliptus
- Tala de pies afectados por Tomicus
- Talas sanitarias y de mejora
- Plantación de árboles de especies autóctonas.
- Eliminación de especies invasores.
- Además, y como acción de economía circular, se fabricaron cajas nido con los restos vegetales obtenidos una vez talados los árboles de la zona
2020. El camino de los sentidos
Siguiendo en la misma dirección, el Gran Premio Monster Energy de Catalunya de MotoGP™ 2020, y en el marco del programa KISSBarcelona de la FIM Ride Green, sirvió para estrenar la segunda fase de actuación entre las zonas verdes del Bosque del Cráter.
Actuando sobre 0,8 hectáreas más de bosque y completando así la restauración de toda la superficie de esta zona, se inauguró el Camino de los Sentidos, construido con materiales naturales propios del bosque como piñas, tierra, troncos, etc, y con el objetivo de conectar a los espectadores con la naturaleza.
También se plantaron árboles de especies autóctonas, como el aligonero o el madroño, con la técnica del Cocoon. El Cocoon es una especie de tiesto biodegradable que envuelve los árboles y permite dosificar el agua, haciendo el riego más eficiente al reducir el consumo de agua. Además, es un refugio para la biodiversidad. La diversificación de las especies de árboles es importante para evitar la vulnerabilidad asociada a especies dominantes y para mejorar la calidad del hábitat, así como para atraer la fauna local.
Otras acciones realizadas en la zona trabajada en esta fase consistieron en:
- Poda de todos los árboles (196) para facilitar los trabajos de mantenimiento y mejora, aumentando su resistencia al fuego y mejorando estéticamente la masa forestal.
- Talas sanitarias y de mejora de los árboles y reducción de la densidad del arbolado para mejorar la calidad de la masa forestal. Esta acción también ayuda a fijar más el CO2 de los árboles jóvenes.
- Gestión de los restos vegetales que se trituran y se esparcen en el mismo lugar para mejorar la capacidad de retención de humedad en el suelo y, por lo tanto, para mejorar el agua disponible para la vegetación (mulching).
- Instalación de rincones de madera muerta, del mismo bosque, para augmentar la presencia de invertebrados saproxilófagos, los encargados de la descomposición de la madera e indispensables para completar el cicló biológico de un bosque sano.
- Instalación de carteles educatives con el objetivo de sensibilizar al público, aprovechando el efecto terapéutico del Bosque. Los carteles explican las acciones realizadas y sus efectos en la biodiversidad. Esta experiencia consigue una transformación positiva del público, consiguiendo efectos positivos sobre su salud y bienestar.
En el 2021
Se sigue realizando el mantenimiento en la zona trabajada durante la primera actuación de 2019 y la segunda del 2020. Se colocaron tutores en los árboles plantados y se sustituyeron las plantas y arbustos muertos. En esta zona se detecta una regeneración natural de la encina, el roble y el chopo.
Se identifican las zonas donde a partir de ahora no se hará ninguna intervención puesto que serán zonas de sucesión natural que favorecen la biodiversidad de plantes e insectos Estas zonas permanecen señalizadas con carteles y palos concuerdas para no permitir el acceso a los aficionados.
Destacan el resto de las actuaciones como:
- Poda de un total de 71 árboles de hasta 3-4 metros de altura de tronco con el objetivo de facilitar el acceso a las zonas arboladas para la realización de todos los trabajos de mantenimiento, aumentando su resistencia al fuego eliminando el efecto escala provocado por las ramas bajas y mejorando estéticamente la masa forestal de todo el Circuit su importancia paisajística.
- Tala de los árboles enfermos o moribundos para reducir así también la densidad del arbolado y mejorar la calidad de la masa forestal.
- Plantación de especies autóctonas como el aligonero (Celtis Australis), un árbol con alta resistencia a la contaminación, y el madroño (Arbutus unedo), un arbusto autóctono que atrae pájaros y otros insectos para su floración y su fruto. La potenciación del uso de especies de flora autóctona ayuda a atraer la fauna local.
- Economía circular con neumáticos como tiestos para plantas aromáticas.
En el 2022
Como novedad se ha colocado un árbol en forma de caracol, que pretende ser un espacio de fantasía para los más pequeños, y madera muerta, el hábitat para muchos de los insectos y microrganismos. Se han colocado 5 siluetas de madera de animales autóctonos para que los visitantes los puedan encontrar y aprender sobre el ecosistema en que viven. También se ha instalado un árbol transformado en un banco, en el que se han transferido mensajes sobre el territorio, la fauna y la flora, y la cultura. Este banco es una pieza única realizada con árboles muertos locales.
A parte del mantenimiento de las zonas de las fases anteriores han trabajado el sotobosque, es decir, el conjunto de las plantas que crecen debajo de los árboles. Se han plantado especies autóctonas como quercus ilex (encina), quercus rotundifolia (carrasca), arbutus unedo (madroño), Pistacia lentiscus (lentisco), entre otros.
Todos estos trabajos los han realizado jóvenes del proyecto de Formación Dual, jóvenes que pertenecen a diferentes colectivos en riesgo de exclusión social.
